San
Cirilo de Alejandría dijo que “sería preferible sufrir todos
los posibles
tormentos en la Tierra hasta el día final que pasar un solo día en el
Purgatorio”.
“Debemos
ayudar a los que se hallan en el Purgatorio. Demasiado insensible seria
quien no auxiliara
a un ser
querido encarcelado en la tierra; mas insensible es el que no auxilia a
un amigo que está en el Purgatorio, pues
no hay
comparación entre las penas de este mundo y las de allí”. Santo Tomás de
Aquino - Sobre el Credo, 5, 1.
c., p. 73 ORACIÓN MARAVILLOSA QUE LIBERA 1.000 ALMAS DEL PURGATORIO (Récese
todos los días)
Eterno
Padre, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu divino Hijo, en
unión con todas
las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las Santas Almas
del Purgatorio. Amén
La oración fue luego extendida para incluir a los pecadores
aun vivos.
"Eterno
Padre, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, en
unión con todas
las Misas celebradas hoy en todo el mundo, por todas las Santas Almas
del Purgatorio, por todas las almas
de todo el
mundo, por los pecadores de la Iglesia Católica, por aquellos que están
en mi hogar y en mi familia, Amen."
- por todas las santas almas del purgatorio
- por los pecadores en todas partes,
- por los pecadores en la Iglesia Universal,
- los de mi propio hogar, y dentro de mi familia. Amén.
PROMESA EXTRAORDINARIA DE CRISTO
El
Salvador aseguró a Santa Gertrudis la Magna, religiosa cisterciense
del Monasterio
de Helfa en Eisleben (Alemania), a finales del siglo XIII, que esta
oración liberaría a mil almas del Purgatorio
cada vez que se
ofreciese, extendiéndose también la Promesa a la conversión y salvación
de las que todavía peregrinan en la
Tierra.
Indulgencias para el Día de los Fieles
Difuntos:
DEL “ENCHIRIDION INDULGENTIARUM” DE S.S. PAULO
VI
2 DE NOVIEMBRE - CONMEMORACIÓN
DE LOS FIELES DIFUNTOS
Visitas a Iglesias u Oratorio:
Se
concede indulgencia plenaria, aplicable sólo a las almas del
purgatorio, a los fieles cristianos que,
el día en que
se celebra la Conmemoración de todos los Fieles Difuntos, visiten
piadosamente una iglesia u oratorio. Dicha
indulgencia
podrá ganarse o en el día antes indicado o, con el consentimiento del
Ordinario, el domingo anterior o posterior,
o en la
solemnidad de Todos los Santos. En esta piadosa visita, se debe rezar un Padrenuestro y Credo.
1 AL 8 DE NOVIEMBRE:
Visitas al cementerio:
Se
concede indulgencia plenaria, aplicable sólo a las almas del
purgatorio, a los fieles cristianos que
visiten
piadosamente un cementerio (aunque sea mentalmente) y que oren por los
difuntos.
Para ganar una indulgencia
plenaria, además de querer evitar cualquier pecado mortal o venial, hace
falta cumplir tres condiciones:
Confesión sacramental
Comunión Eucarística y
Oración para que el Papa
guie a la iglesia en Santidad.
Las
tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de rezar o
hacer la obra que incorpora
la indulgencia,
pero es conveniente que la comunión y la oración para que el Papa guie a la iglesia en Santidad se realicen el mismo
día rezando
a su intención
un solo Padrenuestro y un Avemaría; pero se concede a cada fiel la
facultad de orar con cualquier fórmula,
según su piedad
y devoción.
La
indulgencia plenaria únicamente puede ganarse una vez al día, pero el
fiel cristiano puede alcanzar
indulgencia
plenaria in artículo mortis, aunque el mismo día haya ganado otra
indulgencia plenaria.
Debemos
ayudar a los que se hallan en el purgatorio. Demasiado insensible
seria quien no
auxiliara a un ser querido encarcelado en la tierra; mas insensible es
el que no auxilia a un amigo que esta
en el
purgatorio, pues no hay comparación entre las penas de este mundo y las
de allí.
Santo
Tomás (Sobre el Credo, 5, 1. c., p. 73)
Pensando
en el tema del purgatorio recordé al patriarca José cuando fue
encarcelado
injustamente ,y le interpreta en la cárcel el sueño a uno hombre que se
encontraba también preso, quien
le promete que
intercederá por el cuando sea liberado , el hombre es liberado y durante
mucho tiempo este hombre olvida
a José y el
favor recibido , de igual forma muchas personas dejan a sus familiares
en el olvido y no se acuerdan mas nunca
de ellos , para
regalarles tan siquiera una oración que ellos necesitan. Los invito a
orar por sus seres queridos encendiendo
una velita virtual , asistiendo a la santa Misa hoy , la hora Santa, visitando el cementerio para orar , y rezando
las siguientes
oraciones.
La
Beata estigmatizada Ana Catalina Emmerich (1774-1824), fue una monja
Agustina
alemana, que tuvo no solamente visiones sobre la pasión de Jesús, sino
también de la Virgen María, el Cielo, el Infierno
y el
Purgatorio. En una ocasión recibió el encargo de las almas del
Purgatorio de hacer diferentes obras, como rezar letanías
de los santos y
los siete salmos penitenciales por su liberación
Salmo
6 Domine, ne in furore (No me reprendas, Señor, en tu ira) Salmo
31 Beati quorum
( Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones ) Salmo 37 Domine, ne in furore Señor, (no
me reprendas en tu enojo ) Salmo 50 Miserere (Ten compasión de
mí ) Salmo 101 Domine, exaudi (Escucha, Señor, mi oración
) Salmo 129 De profundis (A ti, Señor, elevo mi clamor desde las
profundidades ) Salmo 142 Domine, exaudi (Escucha,
Señor, mi oración )
ORACIÓN A SAN
NICOLÁS DE TOLENTINO
¡Oh
glorioso Taumaturgo y Protector de las almas del purgatorio, San
Nicolás de Tolentino! Con todo el
afecto de mi
alma te ruego que interpongas tu poderosa intercesión en favor de esas
almas benditas, consiguiendo de la divina
clemencia la
condonación de todos sus delitos y sus penas, para que saliendo de
aquella tenebrosa cárcel de dolores, vayan
a gozar en el
cielo de la visión beatífica de Dios. Y a mi, tu devoto siervo,
alcánzame, ¡oh gran santo!, la más viva compasión
y la más
ardiente caridad hacia aquellas almas queridas. Amén
ORACIÓN
POR NUESTROS SERES QUERIDOS
Oh
buen Jesús, que durante toda tu vida te compadeciste de los dolores
ajenos, mira
con misericordia las almas de nuestros seres queridos que están en el
Purgatorio. Oh Jesús, que amaste a los
tuyos con gran
predilección, escucha la súplica que te hacemos, y por tu misericordia
concede a aquellos que Tú te has llevado
de nuestro
hogar el gozar del eterno descanso en el seno de tu infinito amor. Amén.
Concédeles,
Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua.
Que
las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen
en paz. Amén.
Oracion por los Familiares
en el Purgatorio ¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento
de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con piedad las
almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye
mi
clamor de
compasión por ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros
hogares y corazones disfruten pronto del
descanso eterno
en el hogar de tu amor en el cielo.
Amen.
ORACIÓN DE RECOMENDACIÓN DEL ALMA A CRISTO
Señor,
te encomendamos el alma de tu siervo(a) ... (mencione su nombre)
y te
suplicamos, Cristo Jesús, Salvador del mundo, que no le niegues la
entrada en el regazo de tus patriarcas, ya que por
ella bajaste
misericordiosamente del cielo a la tierra.
Reconócela,
Señor, como criatura tuya; no creada por dioses extraños,
sino por ti,
único Dios vivo y verdadero, porque no hay otro Dios fuera de Ti ni
nadie que produzca tus obras.
Llena,
Señor, de alegría su alma en tu presencia y no te acuerdes de sus
pecados pasados
ni de los excesos a que la llevó el ímpetu o ardor de la
concupiscencia.
Porque,
aunque haya pecado, jamás negó al Padre, ni al Hijo, ni al Espíritu
Santo; antes
bien, creyó, fue celoso de la honra de Dios y adoró fielmente al Dios
que lo hizo todo. "Porque ninguna
prueba es suficiente para el que
no cree, y ninguna prueba
es necesaria para el que cree"
Santa
Catalina de Siena tuvo, como tantos otros santos, visiones del
Purgatorio, y también del infierno.
Aqui
reproducimos una breve narración de una de sus experiencias místicas
»-¿Qué vio usted, madre,
durante ese tiempo y por qué retornó su alma al cuerpo? -le pregunté de nuevo-.
Le pido encarecidamente que no me oculte nada.
»-Sepa,
Padre -me contestó-, que mi alma penetró en un mundo desconocido y vio
el premio de los justos
y el castigo de
los pecadores. Pero aquí me falla la memoria y la pobreza del lenguaje
me impide hacer una descripción adecuada
de esas cosas.
Sin embargo le diré lo que pueda. Tenga la seguridad de que vi la
ESENCIA divina y por eso sufro tanto al verme
de nuevo
encadenada al cuerpo. Si no me lo impidiese el amor a Dios y al prójimo,
moriría de dolor. Mi gran consuelo está
en sufrir
porque tengo la seguridad de que mis sufrimientos me permitirán una
visión más perfecta de Dios. De aquí el que
las
tribulaciones, en lugar de resultarme penosas, constituyen para mí una
delicia. Vi los tormentos del infierno y los del
purgatorio; no
existen palabras con que describirlos. Si los pobres mortales tuvieran
la más ligera idea de ellos, sufrirían
mil muertes
antes que exponerse a experimentar uno de esos tormentos por espacio de
un solo día. Vi en particular los tormentos
que sufren
aquellos que pecan en el estado del matrimonio no observando las normas
que él impone y buscando en él únicamente
los placeres
sensuales». Y como yo le preguntase por qué este pecado, que no es en sí
peor que los demás, recibe tan duro
castigo, me
dijo: «-Porque se le presta poca atención y por consiguiente produce
menos contrición y se comete con mayor facilidad.
Nada hay tan
peligroso como una falta, por pequeña que sea, cuando quien la comete no
la purifica cuidadosamente con las aguas
de la
penitencia».
Catalina
prosiguió después con lo que había comenzado. «Mientras mi alma
contemplaba estas cosas, mi esposo
celestial me
dijo: ‘-Ves la gloria que pierden y los tormentos que sufren quienes me
ofenden. Vuelve por consiguiente
a la vida y
muéstrales lo extraviados -108- que están y el terrible peligro que
los amenaza’.
Y como mi alma
se mostrase horrorizada ante el pensamiento de retornar al mundo, el
Señor agregó: ‘-Lo exige así la
salvación de
muchas almas; en lo sucesivo ya no vivirás como antes. Abandonarás tu
celda y continuamente irás de un lado a
otro a través
de la ciudad a fin de salvar muchas almas. Yo cuidaré de ti; te traeré y
te llevaré; te confiaré el honor de
mi SANTO NOMBRE
y tu enseñarás mi doctrina a altos y a bajos, a legos, a sacerdotes y
monjes; te daré un don de palabra y
de sabiduría al
que nadie podrá resistir. Te pondré en presencia de los Pontífices y de
los gobernantes, tanto de la Iglesia
como del pueblo
para confundir así la arrogancia de los poderosos’. Mientras Dios se
dirigía de esta manera a mi alma,
me encontré de
pronto, sin poder explicarme cómo, unida al cuerpo. Entonces me acometió
una gran pena y vertí copiosas lágrimas
durante tres
días y tres noches; siempre que recuerdo esto no puedo reprimir los
deseos de llorar, y, Padre, no se admire
de esto: ¿puedo
acaso evitar que mi corazón se sienta destrozado al recordar la gloria
que llegué a poseer y de que ahora
me siento
privada? La salvación de mi prójimo es la causa de esto; si yo amo tan
ardientemente a las almas cuya conversión
ha puesto el
Señor en mis manos, es porque me han costado muy caro. Me han separado
de Dios; me han privado del goce de su
gloria por un
tiempo que todavía me es desconocido».
Una
vez que Dios me hubo concedido la gracia de escuchar estas cosas, me he
preguntado si no sería mi deber
el publicarlas
en una época en que el egoísmo hace a los hombres tan ciegos y tan
incrédulos. Mis hermanos y hermanas en el
Señor se
opusieron a que las publicase en vida de Catalina. Pero ahora que ella
se ha ido a la mansión de los bienaventurados,
me creo
obligado a hablar con el fin de que tan gran milagro no deje de ser
conocido por mi culpa. Las siguientes circunstancias
dan toda la
autenticidad posible al hecho. Oración enseñada por Jesús a Santa Gertrudes para liberar mil almas del Purgatorio:
"Oh
Padre Eterno, os ofrezco la más preciosa Sangre de vuestro Divino Hijo,
Jesús, unido a las Misas celebradas
hoy alrededor
del mundo, por todas las santas almas del Purgatorio. Amén". El Padre Pío y las almas del Purgatorio
Una
tarde el Padre Pío estaba descansando en una habitación, en la planta
baja
del convento, que fue destinada a
hospedería. Estuvo solo descansando, y apenas se había extendido sobre
el sofá cuando, de
repente, he aquí que vino a
comparecerle un hombre envuelto en una negra capa. El Padre Pío,
sorprendido, levantándose, interrogó
al hombre quién era y qué quería. El
desconocido le contó que era un alma del Purgatorio. “Soy Pietro Di
Mauro. He muerto
en un incendio, el 18 de septiembre
de 1908, en este convento que fue destinado a un geriátrico, después de
la expropiación
de los bienes eclesiásticos. Morí
entre las llamas, en mi cama de paja, sorprendido en el sueño, justo en
esta habitación.
Vengo del Purgatorio: el buen Dios
me ha concedido la gracia de veniros a preguntar si podrías ofrecer la
Santa Misa de mañana
por mi descanso eterno. Gracias a
esta Misa podré entrar al Paraíso”. El Padre Pío aseguró que ofrecería
la Santa Misa
por su alma. El. Padre Pío contó:
“Yo, quise acompañarlo a la puerta del convento, para despedirlo, y cual
sería mi
sorpresa; que una vez a mi lado
desapareció repentinamente. Por lo que me di verdaderamente cuenta de
haber hablado con un
difunto”. Tengo que decir que
regresé al convento muy asustado. Al padre Paolino de Casacalenda,
Superior del convento,
que notó mi agitación, le pedí el
permiso de celebrar la Santa Misa en sufragio de aquella alma
necesitada; después, naturalmente,
de haberle narrado lo ocurrido”.
Tiempo después, el Padre Paulino, despertado por la curiosidad, quiso
hacer la averiguación.
Fue al Despacho del registro del
ayuntamiento de San Giovanni Rotondo, solicitó y consiguió el permiso de
consultar el registro
de los fallecidos en el año 1908, la
narración del Santo Padre Pío correspondió a la realidad. En el
registro relativo a las
muertes del mes de septiembre, el
padre Paulino localizó el nombre, el apellido y la imputación de la
muerte: “En fecha
el 18 de septiembre de 1908, en el
incendio del geriátrico Pietro Di Mauro verdaderamente murió.” La Señora
Cleonice
Morcaldi de San Giovanni Rotondo fue
una hija espiritual del Padre Pío. A un mes de la muerte de su mamá, el
Padre Pío le
dijo: “Esta mañana tu mamá ha volado
al Paraíso, la he visto mientras estaba celebrando la Misa.” Lo que
quiere
decir que tuvo la gentileza de
ofrecer la misa por el descanso eterno de su alma.
El
Padre Pío contó esta historia al Padre Anastasio. “Una tarde, mientras
yo estaba solo en el coro para orar,
oí el susurro de un traje y ví a un monje joven que revolvió al lado
del altar principal.
Parecía que el joven monje estaba
desempolvando los candelabros y arreglando los jarrones de las flores.
Yo pensé que él era
el Padre Leone que estaba
reestructurando el altar; y como ya era la hora de la cena, me acerqué a
él y le dije: “Padre
Leone, vaya a cenar, no es tiempo
para desempolvar y reparar el altar”. Pero una voz que no era la voz del
padre Leone
me contestó”: “yo no soy el Padre
Leone”, “¿y quién es usted? “, le pregunté. “Yo soy
un hermano suyo que hice el
noviciado aquí, mi misión era limpiar el altar durante el año del
noviciado. Desgraciadamente
en todo ese tiempo yo no reverencié a
Jesús Sacramentado, Dios Todopoderoso, como debía haberlo hecho,
mientras pasaba delante
del altar. Causando gran aflicción
al Sacramento Santo por mi irreverencia; puesto que el Señor se
encontraba en el tabernáculo
para ser honrado, alabado y adorado.
Por este serio descuido, yo estoy todavía en el Purgatorio. Ahora,
Dios, por su misericordia
infinita, me envió aquí para que
usted decida el tiempo desde cuando que yo podré disfrutar del Paraíso. Y
para que Ud. cuide
de mí.” Yo creí haber sido generoso
con esa alma en sufrimiento, por lo que yo exclamé: “usted estará mañana
por
la mañana en el Paraíso, cuando yo
celebre la Santa Misa.”. Esa alma lloró: “Cruel de mí, que malvado fui.”
Entonces él lloró y desapareció. Esa
queja me produjo una herida tan profunda en el corazón, la cual yo he
sentido y sentiré
durante toda mi vida. De hecho yo
habría podido enviar esa alma inmediatamente al Cielo pero yo lo condené
a permanecer una
noche más en las llamas del
Purgatorio.”
Del diario de Sor Faustina:
Poco
después me enferme La querida Madre Superiora me mando de vacaciones
junto
con otras dos hermanas a Skolimów,
muy cerquita de Varsovia. En aquel tiempo le pregunté a Jesús: ¿Por
quien debo rezar todavía?
Me contestó que la noche siguiente
me haría conocer por quien debía rezar.
Vi
al Ángel de la Guarda que me dijo seguirlo. En un momento me encontré
en un
lugar nebuloso, lleno de fuego y
había allí una multitud de almas sufrientes. Estas almas estaban orando
con gran fervor,
pero sin eficacia para ellas mismas,
solo nosotros podemos ayudarlas. Las llamas que las quemaban, a mi no
me tocaban. Mi
Ángel de la Guarda no me abandonó ni
por un solo momento.. Pregunté a estas almas ¿Cuál era su mayor
tormento? Y me contestaron
unánimemente que su mayor tormento
era la añoranza de Dios. Vi a la Madre de Dios que visitaba a las almas
en el Purgatorio.
Las almas llaman a Maria “ La
Estrella del Mar”. Ella les trae alivio. Deseaba hablar más con ellas,
sin embargo
mi Ángel de la Guarda me hizo seña
de salir. Salimos de esa cárcel de sufrimiento. Oí una voz interior que
me dijo:
Mi Misericordia no lo desea, pero la
Justicia lo exige. A partir de aquel momento me uno más estrechamente a
las almas sufrientes
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