(“No es Francisco” ) en el que afirma que la renuncia del “Papa” Benedicto XVI en febrero
de 2013 no fue válida. En otras palabras, Socci sostiene que Benedicto XVI sigue siendo el Papa, y que, en consecuencia, Francisco
no lo es.
Fuente:
Blog Caminante Wanderer
El meollo del libro son las dos partes siguientes: la que muestra que Benedicto XVI sigue siendo
papa, y la que muestra que la elección de Bergoglio habría sido invalida e insanable.
A)
Vayamos a la primera: Benedicto XVI es Papa. El autor basa su afirmación en dos fuentes documentales: simbólicas y
jurídicas. Aquí, simplemente, enumeraré los detalles más importantes.
1) Todos sabemos que lo simbólico dentro de la Iglesia
es fundamental, y mucho más lo es si esos símbolos provienen de una persona con la fineza e inteligencia de Ratzinger. Y lo
símbolos de su renuncia y posterior permanencia en el Vaticano son muchos e inexplicables para canonistas e historiadores.
Por su propia voluntad, conservó el nombre de Benedicto XVI, el tratamiento de Su Santidad y el título de Romano Pontífice.
Siguió vistiendo la sotana blanca, no quiso cambiar su escudo heráldico eliminando las insignias pontificias que aparecen
en él y sigue viviendo en los recintos del Vaticano. Socci analiza en su escrito cada uno de estos hechos y muestra la importancia
que tales símbolos poseen. Solamente acoto lo siguiente: cuando se le pregunta en un reportaje a Mons. Gänswein el por qué
de todo esto, responde: “Porque corresponde a la realidad”. Más claro, agua.
2) Para quienes somos más
racionales, o racionalistas, el argumento jurídico puede ser de mayor peso. El autor se base en el estudio que realizó el
canonista y teólogo Stefano Violi sobre el texto de la renuncia del papa Benedicto y de una de sus declaraciones posteriores.
Luego de un análisis fino y detallado, recurriendo a cuestiones de derecho, de teología y de historia, concluye que “Benedicto
XVI declara renunciar al
ministerium. No al Papado, según la norma de Bonifacio VIII,
no al
munus según lo expresado en el canon 332-2, sino al
ministerium o, como especificará en su última audiencia, al ‘ejercicio activo del ministerio’.
(…) Objeto de la renuncia irrevocable es la
executio muneris mediante la acción
y la palabra y no el
munus que le fue confiado de una vez para siempre” (p.
89).
A mi entender, los argumentos son conclusivos: Benedicto XVI sigue siendo el legítimo Romano Pontífice, aunque sin
el ejercicio activo del ministerio petrino. Y esto conduce a una conclusión inmediata: la Iglesia tiene dos Papas.
Y aquí
aparece el otro tema, mucho más preocupante.
B) La elección de Francisco habría sido nula
e inválida. Reconozco que cuando leí por primera vez esta hipótesis no me pareció más que un
wishful thinking, o pensamiento ilusiorio de cazadores de confabulaciones. Pero no es el caso de Socci, para
quien la nulidad vendría por un error o descuido en el procedimiento del conteo y escrutinio de los votos, lo cual que está
perfectamente reglado, hasta el más mínimo detalle, por la constitución
Universi Dominici Gregis.
Conclusión 2: Si aceptamos que la votación del 13 de mayo de 2013
fue nula y Bergoglio, consecuentemente, no es Papa, esto genera una situación que explica, al menos, dos hechos:
1. El
desconcierto cada vez mayor de gran número de fieles de todo el orbe católico frente a lo que está sucediendo en la Iglesia
en los últimos tiempos, y que se origina porque no se entiende que un
papa pueda
decir y hacer lo que dice y hace Bergoglio. Pues bien, el tal hace y dice esas barbaridades porque no es
papa y, por tanto, no tiene la asistencia asegurada por Cristo al sucesor de Pedro.
2. Se entenderían de
un modo bastante claro –o más bien, clarísimo- el Tercer Secreto de Fátima, en el que sor Lucía ve a un “obispo
vestido de blanco” y, poco después, al Santo Padre que es perseguido y asesinado. Es decir, el obispo vestido de blanco
no es el Santo Padre. Y las visiones de la beata Ana Catlina Emmerich que en numerosas ocasiones habla de la Iglesia con dos
Papas.
Insisto en lo que dije más arriba. Es un libro inquietante, y por una sencilla razón: si se aceptan sus argumentos,
nadie puede permanecer como está; debe tomar una decisión, y no es una decisión fácil.
Momentos de confusión para los
fieles, dicen las profecías sobre los últimos tiempos.
El libro puede comprarse en versión electrónica en librerías
italianas, por ejemplo Ibs.it o Hoepli.it.